Así empezó todo...
De una intuición… y una bandeja de arancinis en tupper.
No vinimos a copiar lo que ya existe.
Vinimos a traer lo que nadie ofrecía.
En Mallorca hay muchos italianos. Y muchos restaurantes italianos.
Pero ninguno había traído esto: la rosticceria.
Un tipo de cocina humilde, directa, tradicional... y absolutamente imprescindible en la vida de cualquier italiano.
L’Arancina nace de una idea valiente: no replicar lo que ya funciona, sino abrir camino con algo nuevo.
“Me di cuenta de que nadie ofrecía esto. Y pensé: si lo conseguimos, las posibilidades son infinitas.”
Maya, fundadora
No somos una marca. Somos una historia.
Hay recetas que se diseñan en un Excel.
Y hay otras que vienen de casa.
De esas que se han comido mil veces, pero que no aburren nunca.
Eso es lo que hacemos aquí: convertir recuerdos en producto. Cultura en sabor. Vida cotidiana italiana, en formato comestible.
“Me encanta comer bien. Pero más aún, me encanta ver la cara de alguien que prueba algo por primera vez y le recuerda a algo auténtico, aunque no sepa a qué.”
Maya, fundadora
Lo que nos mueve
No es solo vender.
Es compartir.
Creemos en el trato humano, la empatía y la cercanía.
En hacer las cosas bien, sin perder la alegría.
Y en que un sitio puede ser rentable sin perder el alma.
“El dinero no es lo más importante. Lo que nos queda es lo que vivimos, y cómo lo hacemos vivir a los demás.”
Maya, fundadora
¿Y quién está detrás?
Ciao a tutti! Soy Maya.
Me fui joven de Italia con muchas dudas y una sola certeza: quería crear algo propio.
Mallorca fue el lugar donde esa idea empezó a tomar forma. Al principio, solo era una intuición. Hoy, es una realidad que lleva nombre, alma y mucho trabajo detrás.
L’Arancina no nació de un plan perfecto. Nació del instinto, de la prueba y error, y de rodearme poco a poco de personas que creyeron en lo mismo que yo.
Cada miembro del equipo es parte fundamental de esta historia.
Sin ellos, nada de esto tendría sentido.
A veces me dicen que estoy un poco loca por apostar por algo tan distinto.
Pero si algo he aprendido en este camino es que, para que algo funcione de verdad, primero tiene que nacer de dentro. Y eso, se nota.
¿Y los clientes? ¿Qué dicen?
Carla Natalia Bautista Aguilera
Y si preguntas a los que conocen a Maya desde siempre…
“¿Tú estás loca?” “¿Con todo lo que hay ya, te metes a crear algo nuevo?”
Amigos
Sí. Y por suerte, lo hizo.
¿Y ahora qué?
Queremos seguir haciendo lo que hacemos, pero llegar más lejos. Que la gente que no conoce la rosticceria descubra lo que se ha estado perdiendo.
“No se trata de cuántos locales tengamos, sino de que la gente entienda lo que estamos ofreciendo: algo que viene de muy dentro. Y que se nota.”
Maya, fundadora
Reserva y vente con hambre.
Lo que has leído… ahora lo puedes saborear.