Si te han dicho que son bolas de arroz fritas, te han contado la versión aburrida.
Si te han dicho que son croquetas italianas, directamente te han mentido.
Los arancini son una religión en Sicilia. Y en Palma, los hacemos como toca: calientes, crujientes y para comértelos con las manos.
Sigue leyendo y entenderás por qué no deberías llamarlos «bolitas».
Vale… ¿Y qué demonios es un arancini?
Imagina una bola de arroz rellena, empanada y frita. Crujiente por fuera, melosa por dentro.
Ahora olvida todo lo que sabes sobre croquetas y piensa en Sicilia.
Eso es un arancini (o arancino, si eres de Catania y te gusta corregir a la gente).
Un invento italiano que no entiende de horarios, reglas ni platos pequeños.
Se come con las manos, caliente y normalmente termina en silencio absoluto seguido de un “Ufff”.
Historia (rápida) de una bola legendaria
Los arancini vienen de Sicilia, concretamente del siglo X, cuando los árabes introdujeron el arroz en la isla.
A algún genio se le ocurrió rellenarlo, rebozarlo y freírlo. Y desde entonces, el mundo es un sitio mejor.
Su nombre viene de “arancia” (naranja), por la forma redonda y el color dorado tras pasar por el aceite.
Aunque si te paseas por Palermo verás que algunos son cónicos. Y sí, también están los que llevan pistacho.
Porque en Sicilia todo se discute… incluso la forma del arancini.
Tipos de arancini (porque no todo es ragú)
Los más clásicos son:
- Arancini al ragú: con carne, guisantes, tomate y queso. El de toda la vida.
- Arancini bianco: con jamón y mozzarella, sin tomate.
- A la norma: con berenjena y salsa de tomate (la versión vegetariana con flow siciliano).
- De pistacho: para los que creen que la vida sin riesgo no tiene gracia.
- Dulces: sí, existen. Con chocolate, cacao y azúcar. No preguntes, pruébalo.
En L’Arancina los hacemos como en casa. Pero con menos gritos en la cocina.
¿Cómo se hace un arancini? Spoiler: no es fácil.
- Se prepara un risotto con azafrán. Cremoso pero firme.
- Se deja enfriar (esto es clave, no seas ansias).
- Se rellena. Aquí empieza la magia.
- Se empana: huevo, pan rallado y cariño.
- Se fríe en aceite bien caliente hasta que cruje.
Y si has hecho todo esto sin comerte uno por el camino… te mereces otro.
¿Y por qué deberían importarte los arancini si estás en Palma?
Porque no necesitas volar a Sicilia para probar uno de verdad.
En L’Arancina (Santa Catalina, Cala Major, Magaluf…) los arancini no son un plato.
Son la excusa perfecta para parar, saborear, y dejar de mirar el móvil mientras comes.
Además, los hacemos a mano. Uno a uno. Sin prisas. Como se ha hecho siempre.
Preguntas frecuentes sobre arancinis
¿Cuál es la diferencia entre arancino y arancina?
Depende de la zona de Sicilia. En Catania se dice arancino (masculino, forma cónica).
En Palermo, arancina (femenino, forma redonda). Ambos están igual de buenos.
¿Qué lleva un arancini tradicional?
Ragú de carne, guisantes, mozzarella y arroz con azafrán. Aunque hay cientos de variaciones.
¿Es lo mismo que un supplì?
No. El supplì es romano, más pequeño, y suele llevar solo arroz y queso.
El arancini es su primo mayor, más sabroso y más crujiente.
¿Se pueden comer fríos?
Poder, se puede. Pero no deberías.
Ven a por uno.
Si nunca has probado un arancini de verdad, te esperamos.
Y si ya lo has hecho… sabes que no vas a leer el final de este párrafo porque ya estás viniendo.